jueves, 4 de febrero de 2016

PARÁBOLA DE LAS SARDINAS

Miren lo que encontré. ¡¡Una parábola con las sardinas como protagonistas!!
El reino de los cielos es semejante a un banco de sardinas. Un banco de sardinas tiene la misma masa que una ballena azul. Una ballena tarda unos tres minutos para cambiar de dirección. Sin embargo, un banco de sardinas cambia de dirección en un instante. Parece más ágil en comparación. Pero sucede que para eso necesitan que haya un grupo de sardinas comprometidas. Y cuando son suficientes las sardinas comprometidas y empiezan a moverse en una dirección determinada, todo el banco de repente debe girar.
El mundo no está, aunque lo parezca, en las manos de los grandes, sino en el de las personas sencillas que son capaces de ir a contracorriente, no simplemente por tener ideas diferentes sino por tener vidas diferentes, y que muy pronto puede hacer una enorme diferencia. Así que, al final, parece como un banco de sardinas que cambian repentinamente de dirección.
Creemos que la historia es una ballena, pero realmente es un banco de sardinas. Importa que, como Jesús, estamos facultados por el Espíritu de Dios con la posibilidad de vivir de manera diferente. Importa que podemos ser "sardinas comprometidas", aun cuando alguna el mundo parezca empeñado en lo malo.
Las cosas buenas tienen su tiempo y Dios es paciente.




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